miércoles, 21 de septiembre de 2016

Plegaria ante las cenizas de Pasolini / Andrés Upegui














Arte filosófica

(Homenaje al Arte Poética de Vicente Huidobro)

No sólo es real aquella rosa
que veo allí en el jardín.
También es real esta otra
que veo aquí en el poema.
Es tan real, o más, que la otra
que reluce en el jardín.
El poeta crea otra rosa
como Dios aquella del jardín.
Pero, a veces, la rosa del poema
brilla más que esta del jardín.
Todo depende de la luz,
decía Platón.






                                    El Cine
Son las baldosas húmedas de la calle las que se acuerdan del crimen.
                                  Roger Munier

Ciegos y sordos cruzamos por el mundo que nos ve y nos oye.
El universo se contempla a sí mismo y somos percibidos desde la otra orilla.
No es el ojo el que ve las cosas, son ellas las que ven el ojo y las que oyen mis pasos.
Nos han robado el alma. ¡Anima mundi! El Universo es la conciencia.
Somos otra cosa entre las cosas y el ojo de la cámara, como Dios, está en todas partes.
No pienso, luego existo. Ya no hay conciencia, ya no hay cosas.
Todo es imagen de otra imagen: los ojos de los oídos, la lengua del cerebro,
el yo de la mente, los árboles del corazón…
La montaña ve, oye y habla, lo mismo que el gato, la calle y la luna.
Ya nadie nos muestra el mundo, es el mundo quien se muestra.
Palabra del mundo, lenguaje de la realidad, anterior y posterior a toda palabra.
Las cosas han recuperado su voz y todo habla, todo canta, todo es música.
El mundo es música hecha realidad y en su silencio todo se oye.
Como una concha de caracol, el universo se escucha en otra concha.





Plegaria ante las cenizas de Pasolini



 
        










I
¡Oh generación desgraciada,
que obedecimos desobedeciendo!
Antes todo estaba claro:
Mira que he puesto mi palabra en tu boca,
mira que he puesto una imagen en tu mirada.
El Profeta traía la Esperanza,
era la voz que clamaba en el Desierto
anunciando una tierra donde mana leche y miel.
Ahora, una vez más, tus designios son indescifrables.
¿Será posible que estemos condenados a equivocarnos siempre?
Ya hemos perdido el sentido de lo Sagrado,
ya todo ha sido profanado, hasta lo más divino.
Caminamos, como Edipo, sordos y ciegos por el Desierto.
¿Qué extraño profeta es este que ya no trae ninguna salvación?
¿Quién es esta ave rara y de mal agüero que anuncia la perdición?
Como Pablo en New York (Roma) o en París (Atenas)
recorre desnudo las calles, como Isaías,
con su pene pequeño todo piel y pelos,





pero capaz de cumplir con su deber.
Ya es demasiado tarde,
las luciérnagas han desaparecido,
el día se ha vuelto noche
y la vida es una ciudad asediada,
en donde al Poder le está permitido todo.

           











II
¿Qué podemos esperar Señor?
¿Visiones, voces o inspiraciones?
¿Lamentación o diatriba?
¿Prosa o lírica?
¿Sermón o sátira picaresca?
¿La lengua escrita de la realidad?
(La Ricotta, Pajarracos y pajarillos, El Evangelio según San Mateo)
Más allá, en el silencio místico del metalenguaje,
ni el rostro de la Callas,
ni los rostros de los Orestes africanos
nos dicen nada.
Todo se ha vuelto una Esfinge muda.
El silencio absoluto de los signos.







      







     III
¡Oh Divina mimesis! ¡Oh Divina mimesis!
¡Todo era santo!
Los muchachos de la vida, el cielo, la luz,
la belleza de los cuerpos desnudos al mediodía,
bañándose con la inocencia de los animales.
Empirismo herético, corsario y luterano.
¿Por qué, Señor, lo hiciste abjurar de la vida?
Le cambiaste el amor a la realidad por el odio.
Todo se ha corrompido, hasta el cuerpo santo del Pueblo,
Un nuevo totalitarismo lo cubre todo.
Ya no hay más rito sagrado que el consumo,
Ya no hay más Dios que el fetiche de la mercancía.
Un neofascismo que ya no necesita de la fuerza y de la sangre.
(Mussolini y Hitler fueron incapaces de arañar siquiera el alma del pueblo)
Ya no quedan mitos, Gennariello, hoy las Vírgenes ya no lloran.
Sólo queda el ídolo fáustico del consumo,
la verdadera religión de mi tiempo,
que lo promete todo a cambio del alma.


 

         








IV
Como Natán con David,
como Isaías con Ajaz,
como Jeremías y Ezequiel con Sedecías,
imprecaste al Poder.
Pero ¿qué Poder era este?
Un nuevo Poder (escribo «Poder» con P mayúscula,
sólo porque no sé en qué consiste y quién lo representa.
Tan sólo sé que existe.)
Un Poder asesino de la cultura,
que lo ha vuelto todo igual.
No sólo los cuerpos de los jóvenes
sino también sus conciencias.
Mutación antropológica:
En el 68, en el Primer mundo,
los cabellos largos expresaban «cosas» de izquierda,
pero muy pronto en el Tercer mundo los jóvenes
también se dejaron crecer el pelo y decían:
¡Somos burgueses, y nuestro cabello largo testimonia
nuestra modernidad internacional de privilegiados!
Ya no hay esperanza.
El Apocalipsis absoluto.
El Totalitarismo perfecto.
Un Mundo feliz que ya no quiere ser salvado de su hedonismo,
y que goza su castigo como si fuera su salvación.





            V
El Desierto era el lugar de los Profetas,
pero hoy todo es el Desierto,
(Pocilga, Teorema, Medea, Edipo Rey)
El mundo se ha vuelto un Paraíso infernal
consumista y homogenizado.
Lasciate ogne speranza, voi ch'intrate
Ya no hay lugar ni para la tentación.
El Reino absoluto del nuevo Satán,
nuevo Luzbel que con su un gran vientre
lo digiere todo, hasta su propio veneno.
Ya no hay revolución posible.
(Saló) sólo la obscenidad de un Poder
que hace lo que quiere.
Nada es más anárquico que el Poder.





  
                     VI
En todo momento impertinente,
siempre políticamente incorrecto:
Demasiada libertad sexual os convertirá en terroristas.
El problema del aborto está en el coito.
Los jóvenes se drogan por falta de cultura.
La Iglesia ha pactado con el nuevo Satán.
Estuve al lado de los policías porque los policías son hijos de los pobres.
El burgués no tiene salvación
ni cuando lo visita el ángel de la pureza.
El Teorema es irrefutable:
Hay que odiar lo burgués,
hoy todo es burgués,
luego, ya no hay redención posible.





                     VII
Ay! Señor, ¿por qué nos mandaste este Apóstol
a nosotros los neopaganos,
que sólo esperamos que Cristo vuelva
para pedirle un autógrafo?
(Tejanos “Jesús”: No tendrás otros jeans más que a mí).
Ante su cuerpo lacerado,
como un Ecce Homo en una playa de Ostia,
sin saber qué significa,
te ruego, Señor, desde mi incredulidad,
que intercedas por el alma hermosa
de este pederasta, ateo y comunista,
que escogiste para ser nuestro Angel-Profeta.



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